jueves, 8 de agosto de 2013

                         LA INVASIÓN RUSA DE HUNGRÍA


En febrero de ese año, el líder ruso Nikita Kruschev había criticado los crímenes del régimen de José Stalin, durante el XX Congreso del Partido Comunista de la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

Después vendría la invasión rusa de Checoslovaquia en 1968, pero ese sería otro capítulo de la historia diferente al de Hungría, ya que los checos no querían separarse del Pacto de Varsovia que agrupaba a todos los países liderados por la ex URSS.

"Kruschev enviaba señales contradictorias: por un lado Moscú decía que no era la cabeza de la revolución mundial, pero por otro sometía a sus países satélites", dijo a Télam Alejandro Simonoff, doctor en Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).

Simonoff afirmó que "en el caso de la revolución húngara, el planteo terminó siendo el de alejarse del bloqueo oriental".

"Si bien es cierto que muchas sociedades comunistas querían tener mayor justicia, no se respetaban los tiempos propios de cada país".

Para Simonoff, quien es además profesor de historia contemporánea, luego de la frustrada rebelión húngara "el comunismo terminó siendo inviable como construcción política".

Tras la muerte de Stalin en 1953, Kruschev restableció relaciones diplomáticas con la Yugoslavia de Josip Broz Tito, pero en cambio se alejó del socialismo de Mao Tse-Tung y prefirió la "coexistencia pacífica" con Estados Unidos.

Según el historiador británico, Eric j. Hobsbawn, tras la muerte de Stalin "corrió la noticia de que el monolito soviético se había roto" en Europa del Este.

"El efecto dentro de la zona europea de dominio soviético fue inmediato. A los pocos meses, una nueva dirección de reformadores comunistas de Polonia recibía la pacífica aprobación de Moscú (seguramente con el consejo de China) y estallaba una revolución en Hungría", afirma Hobsbawn en su libro "Historia del Siglo XX".

La sublevación húngara empezó en la madrugada del 24 de octubre de 1956, cuando un grupo de manifestantes se enfrentó a la policía y fuerzas del Ejército húngaro y, posteriormente, Imre Nagy fue nombrado primer ministro del país.

Nagy había sido obligado a renunciar de ese cargo el 18 de abril de 1955, luego de poner en marcha un proceso de cambio contrario a la doctrina comunista soviética.

Un día antes de la rebelión, unas 100.000 personas se reunieron en la plaza Bem, de Budapest, para oír poemas que exaltaban la libertad y la independencia, tras lo cual fue derribada una estatua de Stalin.

La multitud pedía la salida de las tropas rusas estacionadas en Hungría, la supresión de la censura, el acercamiento a Occidente, la liberación de los presos políticos y la celebración de elecciones con la participación de todos los partidos, entre otros reclamos.

Miles de prisioneros políticos fueron liberados y el Comité Central del partido Comunista húngaro eligió como primer ministro al popular Nagy, quien empezó a desmantelar el aparato estatal.

Estimulado por las promesas de ayuda, Nagy pidió protección a las Naciones Unidas, pero la crisis del Canal de Suez en Egipto -que afectó a Francia, Gran Bretaña e Israel-, debilitaron las posibilidades de que fuera socorrido por Occidente.

El 3 de noviembre de 1956, se realizó en Moscú una reunión entre los jefes militares húngaros y las autoridades soviéticas.

Sin embargo, el general Pal Maleter, representante magiar a esa conferencia, no regresó nunca a Hungría.

Un día después, el Ejército Rojo atacó Budapest y la fuerza aérea soviética bombardeó gran parte de la capital del país, en el marco de una ofensiva masiva dentro de la ciudad.

Por lo menos 1.000 tanques soviéticos entraron en Budapest y las tropas rusas batallaron con las fuerzas húngaras. Muchos soldados soviéticos fueron linchados por la multitud.

En tanto, unidades de la infantería soviética asaltaron el Parlamento y Nagy y otros miembros de su gabinete fueron capturados.

Finalmente, la sublevación fue derrotada el 10 de noviembre de 1956, pero las tropas soviéticas recién se retiraron de Hungría en 1991.

La respuesta militar rusa fue devastadora, ya que al menos 30.000 personas murieron sólo en Budapest y cerca de 200.000 húngaros se asilaron en Europa y Estados Unidos, según informes de la BBC de Londres.

En 1957, el célebre escritor Albert Camus, autor de "La peste" y "El Extranjero", entre otras obras, escribió: "Hungría conquistada y encadenada ha hecho más por la libertad y la justicia que ningún otro pueblo del mundo en los últimos 20 años".
LOS PRIMEROS DISPAROS DE LA GUERRA
La tarde del 23 de octubre de 1956 aproximadamente 20.000 manifestantes se reunieron en torno a la estatua de Bem. Péter Veres, presidente del sindicato de escritores, leyó un manifiesto a la multitud, los estudiantes leyeron su proclama y la multitud cantó la censurada "Canción Nacional" (Nemzeti dal), cuyo estribillo expresa: "Juramos que no permaneceremos más tiempo como esclavos." Alguien en la multitud quitó el escudo comunista de la bandera húngara, dejando un hueco distintivo y otros lo imitaron rápidamente.

Luego, la mayor parte de la multitud cruzó el Danubio para unirse a los manifestante que se encontraban en las afueras del edificio del Parlamento. Para las 6 p.m., la multitud había aumentado a más de 200.000 personas; la manifestación era animada, pero pacífica.
A las 8 p.m., el primer secretario Ernő Gerő transmitió un discurso en el que condenaba las demandas de los escritores y los estudiantes y calificaba a los manifestantes como una turba reaccionaria. Enojados con el rechazo de línea dura de Gerő, algunos manifestantes decidieron cumplir una de sus demandas: la extracción del monumento a Stalin en Budapest, una estatua de bronce de 10 metros de alto que fue erigida en 1951 en el lugar donde se encontraba una iglesia, la cual fue demolida para dar espacio al monumento de Stalin. Para las 9.30 p.m., la estatua se vino abajo y la multitud jubilosa celebraba emplazando banderas húngaras en las botas de Stalin que fue lo único que quedó de la estatua.
Aproximadamente al mismo tiempo, una gran muchedumbre se reunió en el edificio de la Radio Budapest que estaba fuertemente resguardado por la ÁVH. El momento detonante ocurrió cuando una delegación que intentaba difundir sus demandas fue detenido y la multitud se tornó progresivamente rebelde mientras se difundían rumores de que los manifestantes habían sido tiroteados. Desde las ventanas del edificio se echaron gases lacrimógenos y la ÁVH abrió fuego sobre la muchedumbre, matando a muchos. La ÁVH trató de reabastecerse escondiendo armas dentro de una ambulancia, pero la multitud detectó el ardid e interceptaron la ambulancia. Los soldados húngaros enviados para relevar a la ÁVH dudaron y, luego, quitaron las estrellas rojas de sus gorras, para tomar partido con la muchedumbre. Provocados por el ataque de la ÁVH, los manifestantes reaccionaron violentamente. Los carros de policía fueron puestos en llamas, se apoderaron de las armas de depósitos militares y las distribuyeron a las masas, mientras que los símbolos del régimen comunista fueron vandalizados.
Hungría formaba parte del bloque del Este, bajo la órbita soviética. Como estudiarás en el tema 4, el 23 de octubre de 1956 tiene lugar un levantamiento militar en este país: parte del ejército coloca a la cabeza del gobierno a Imre Nagy y
éste decide abandonar el pacto de Varsovia, hecho que coloca a Hungría en el campo de los países neutralistas, independientes de la Unión Soviética. De esta forma, la URSS ve peligrar sus posiciones en Europa central, ya que la disidencia húngara podría significar la desintegración del bloque del Este. Con estas consideraciones, la Unión Soviética, con las tropas del Pacto de Varsovia, decide invadir Hungría el 4 de noviembre; la consecuencia inmediata es el recrudecimiento de la Guerra Fría. En la ONU se condena la invasión y se exige inútilmente la retirada rusa de Hungría. Sin embargo, a partir de 1956, parece que vaya a existir un intento de aproximación entre los gobiernos de los países dirigentes de los dos bloques: la URSS y EE UU.
 

 

Hungría, así fue la invasión soviética en octubre de 1956


http://www.youtube.com/watch?v=OwLVVNmyNeM

lunes, 5 de agosto de 2013

causas

causa


La muerte de Stalin abrió múltiples esperanzas en las "democracias populares". Rakosi, el líder stalinista húngaro que en esos momentos dirigía el país fue sustituido por Imre Nagy en 1953. Las reformas que introdujo fueron demasiado para Moscú y en 1955 Nagy fue sustituido y expulsado del partido. El nuevo líder Erno Gero dejó claro que las reformas no irían más allá.

Sin embargo, en 1956 diversos factores transformaron radicalmente la situación húngara. Envalentonados por el "informe secreto" de Kruschev y las protestas polacas que habían llevado al poder a Gomulka, el 23 de octubre una gran manifestación de estudiantes clamó por reformas liberalizadoras en Budapest. La represión policial convirtió un manifestación pacífica en una revolución. La protesta se extendió por todo el país y el ejército húngaro se unió a ella. El Cardenal Mindszenty, encarcelado, volvió escoltado entre vítores al palacio arzobispal. El Partido Comunista se disolvía por todo el país
.


Imre Nagy volvió al poder al frente de un gabinete de coalición y comenzó negociaciones con Moscú para que el Ejército Rojo, que se había retirado de Budapest pero continuaba en el país, abandonara definitivamente Hungría. El 1 de noviembre Nagy anunció la salida de Hungría del Pacto de Varsovia, solicitando a las Naciones Unidas que reconociera a Hungría como un país neutral bajo el amparo de las grandes potencias.

Eso fue demasiado para el Kremlin. Los tanques soviéticos entraron el 4 de noviembre en Budapest. Nagy se refugió en la embajada yugoslava. Un nuevo gobierno "obrero-campesino" dirigido por Janos Kadar y apoyado por los ocupantes soviéticos afirmó que la "contrarrevolución" había sido derrotada y el orden restaurado. Para no asociarse a los desprestigiados líderes stalinistas, Kadar anunció negociaciones para la retirada de las tropas soviéticas (aunque Hungría continuaría en el Pacto de Varsovia) y se distanció de la "camarilla Rákosi-Gero
.
La "normalización" no fue sencilla. Se declaró la huelga general y los choques armados con las tropas soviéticas fueron muy duros. Hubo verdaderas batallas campales en el centro de Budapest. En poco más de una semana el "orden" fue restaurado. Miles de muertes, grandes destrozos y 200.000 exiliados, entre ellos una parte importante de las clases más educadas, fueron el coste social de la fallida revolución húngara.
John Foster Dulles proclamó "A todos los que sufrís bajo la esclavitud comunista, os digo que podéis contar con nosotros". Sin embargo, el bloque occidental no hizo nada para frenar la invasión. De nuevo volvió a verse como la superpotencias respetaron casi siempre las zonas de influencia surgidas de la segunda guerra mundial. La revuelta húngara era un "asunto interno" del bloque soviético. Además, la crisis de Suez pronto vino a superponerse a la desgracia del pueblo húngaro.
 

lunes, 29 de julio de 2013

Introducción

           

Integrantes: -Ilse Vicencio
                    -Catalina Manosalva
                     -Christofer Muñoz  
                -Cristian Garrido 

Nuestro Objetivo al hacer este blog es informarlos, sobre lo que fue la invasión sovietica a Hungría, y con ello mostrar Imagenes, videos, etc...

Introducción al tema.   

Una vez terminada la segunda guerra mundial, los resultados favorecieron a Estados Unidos y Rusia, esta victoria de Rusia y su visión de mundo le llevaron a tener  un gran dominio dentro de Europa, y con ello adquirió, por ejemplo, la tutela de paises que estaban bajo el imperio Nazi. Así es como este dominio llevó a Rusia a  establecer fuertes controles en estos países, como es el caso de Hungría, Polonia, Checoslovaquia, Rumania, Bulgaria y Yuguslavia. 

Los Soviéticos  en práctica su pensamiento comunista en todos los países en los cuales tenían dominio, en esta ocasión profundizaremos en el caso Húngaro, lo que luego de diversos hechos lleva a la revolución de esta nación y la consiguiente invasión por parte de Rusia.

cuando el dirigente soviético Nikita Jruschov denunció excesos de Stalin en primavera de 1956, los desidente hungaros